¿Gofres sin gofrera? Sí, es posible. Tener gofrera ya no es un requisito imprescindible para hacer gofres. Afortunadamente para aquellos que no queremos tener nuevo trasto en la cocina, hace tiempo que existen moldes de silicona que permiten hacerlos en el horno rápidamente. Los moldes que yo utilizo los compré en una promoción en Lidl, pero también se pueden adquirir en Amazon a un precio más que razonable (aquí y aquí, por si os interesa). Los gofres salen sin pegarse, muy fácilmente, sin sabores extraños ni dificultades añadidas. Si no tenéis gofrera ni moldes, podéis aprovechar esta receta para hacer unos ricos pancakes (yo os doy ideas).
Evidentemente los gofres al horno no quedan igual que en la gofrera, pero tienen una ventaja: son más sanos y ligeros. La receta está sacada de la página de Lékué y pensada para los moldes de esta marca, aunque sirve también para mis moldes y seguro que para la mayoría de este tipo que se encuentran en el mercado. Podéis acompañar estos gofres al horno de chocolate, mascarpone, frutos rojos y lo que os pida el cuerpo. Incluso simplemente con un poco de azúcar glass ya están buenísimos.
INGREDIENTES (para 8 gofres al horno)
- 3 huevos
- 410 ml de leche
- 4 cucharadas de azúcar
- 110 de mantequilla derretida
- 240 g de harina
- 2 cucharaditas de levadura en polvo
- 1/3 cucharadita de sal
2. Derretir la mantequilla y mezclarla con los huevos, la leche y el azúcar. Batirlo todo con unas varillas o una batidora hasta que esté bien integrado.
3. Añadir la harina tamizada con la levadura y la sal.
4. Verter la masa en los moldes hasta que estén bien cubiertos.
5. Hornear durante unos 10 minutos en la bandeja del horno situada en la parte media del horno.
6. Sacar del horno y, pasados unos minutos, desmoldar los gofres.
7. Colocar los gofres con el lado dibujado hacia arriba unos 5 minutos más en el horno o hasta que se doren.
Si os sobran gofres, los podéis congelar una vez horneados envolviéndolos en papel film. Para descongelarlos, los podéis pasar por el grill del microondas o darles un golpe de horno y estarán tan buenos como recién horneados.